Lo ideal es ir sencilla, natural y por supuesto, elegante.
La clave está en la discrección, es decir, olvidate de faldas demasiado cortas, escotes pronunciados o prendas en tonos muy chillones, aunque tampoco tenemos que entender la discrección como una forma aburrida de vestirnos. Asimismo, el vestuario dependerá del puesto al que queramos optar, el tipo de trabajo que vayamos a desempeñar... Aquí os dejamos algunas ideas.
Podemos optar por prendas de corte sencillo y colores neutros que no destaquen demasiado, de este modo, transmitiremos una imagen seria y responsable. Para dar un poco de color podemos optar por un bolso más llamativo o algún collar grande tipo babero que destaque.
Los tonos nude pueden conventirse en grandes aliados de nuestro look, puesto que siempre resultan elegantes y no son nada monotonos. Para darles un poco de alegría y romper con el monocromismo podemos optar por una prenda en rojo,color clave de esta temporada. Para completar el conjunto, una gabardina siempre es una opción perfecta.
Por último, el maquillaje también debe ser muy cuidado, es esencial recurrir a los tonos nude y nunca llevar colores muy fuertes como los labios rojos. Lo mejor es recurrir a un look de cara lavada con base, colorete, gloss, sombras nude y rimmel para conseguir un buen aspecto muy natural.
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