No hay nada más poco elegante que sermonear sobre modales, así que… tomemos este post como una reflexión sobre los dilemas que provoca la vida moderna en el ámbito social.
Dieta
-Si alguien te invita a comer a casa recuerda que no es tu dietista particular. El otro día me llegó un mensaje de una invitada con la siguiente lista de prohibiciones: “Nada azúcar, ni lácteos. Sólo 20 por ciento hidratos de carbono y la carne siempre orgánica” La próxima vez comerá sano pero comerá sola.
-Tienes alergia a -insértese alimento -cuando hay que llevarte a urgencias después de ingerirlo. Si no, no te gusta o no lo comes. Sé sincero.
Sostenibilidad
-Pedalear es moderno y ecológico, y mucho más con bici vintage. Pero eso no da carta blanca para aterrorizar a los peatones ni saltarte impunemente el código de circulación.
-El transporte público dignifica. No al contrario.
Nuevas tecnologías
-Es un iphone, no es tu amigo.
-La pantalla táctil no es excusa para un email descortés.
-Pide permiso antes de etiquetar esa foto de tu amigo en su época gorda o fiestera.
-Si googeleas a alguien, díselo a la cara.
Vuelos low cost
-Una persona de bien no se pone histérica por el llanto de un bebé. Tienes todos los medios a tu alcance: volumen del ipod, meditación, ansiolítico.
- Isak Dinesen dice en Memorias de África que la gente civilizada ha perdido la capacidad de estar quieta. No puedo estar más de acuerdo.
El espacio en la cabina es irrisorio, pero tu odio visceral a Michael O’Leary no justifica que des a tu compañero el viaje. Levantándote, abriendobolsa, sacandobocata, cerrandobolsa, levantándotedenuevo, sacandomonedasparacocacola, echando asiento hacia delante, asiento hacia atrás. Hay veces que la elegancia está en la inmovilidad. Si te cuesta, practica yoga.
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